viernes, 25 de enero de 2019

Desarrollo Psicosexual





Según Freud, el desarrollo psicosexual es un proceso psíquico que tiene lugar desde el nacimiento en adelante y mediante el cual la persona va organizando sus impulsos sexuales hacia un objetivo final, que normalmente es la identificación con un sexo (soy hombre o soy mujer), la correspondiente elección de una pareja heterosexual, y un modo final de satisfacción: la obtención del orgasmo mediante el coito (penetración vaginal). 


El desarrollo psicosexual abarca varias fases: primero la pregenital (fase oral y anal), la genital infantil (fase fálica, incluído el complejo de Edipo, 3-5 años), el periodo de latencia (5-12 años), y finalmente la fase genital adulta (de la adolescencia en adelante). Este desarrollo puede sufrir perturbaciones, que darán como resultado, por ejemplo, las perversiones. Puede decirse que el desarrollo psicosexual comienza desde los primeros días de vida, cuando el bebé empieza a encontrar un placer en la succión del pecho que va más allá de sus necesidades de nutrición. 

Sus primeras experiencias sexuales son, entonces, orales. Más tarde, alrededor de los dos años y cuando comienza el control esfinteriano, el niño encontrará placer en el dominio de su propia musculatura, especialmente la esfinteriana, que le permitirá expulsar o retener las heces y encontrar placer en ello (sexualidad anal). Más tarde, entre los 3-5 años ingresa en la fase fálica, donde el niño comenzará a interesarse en la zona genital como fuente de excitación erótica. Hacia los 5 años, en el complejo de Edipo sucumbe a la represión de su sexualidad ingresando en un periodo de latencia (que dura aproximadamente toda la escuela primaria). Normalmente, el niño en esta época sublima su sexualidad, es decir, la canaliza hacia un fin desexualizado y socialmente aceptado, como por ejemplo el aprendizaje escolar). Finalmente, en la pubertad el desarrollo hormonal activará nuevamente su sexualidad.

Etapa Oral




Etapa oral

La etapa oral ocupa aproximadamente los primeros 18 meses de vida, y en ella aparecen los primeros intentos por satisfacer las demandas promovidas por la libido. En ella, la boca es la principal zona en la que se busca el placer. También es la boca una de las principales zonas del cuerpo a la hora de explorar el entorno y sus elementos, y esto explicaría la propensión de los más pequeños a intentar "morderlo" todo.
Si se impide tajantemente que los bebés utilicen su boca para satisfacerse, esto podría producir un bloqueo que haría que ciertos problemas quedasen fijados en el inconsciente (siempre según Freud).

Etapa Anal





Etapa anal


Esta etapa se produciría desde el fin de la etapa oral y hasta los 3 años de edad. Se trapa de la fase en la que se empiezan a controlar el esfínter en la defecación. Para Freud, esta actividad está vinculada al placer y la sexualidad.

Las fijaciones relacionadas con esta fase del desarrollo psicosexual tienen que ver con la acumulación y con el gasto, vinculadas con el espíritu ahorrador y la disciplina en el primer caso, y con la desorganización y el derroche de recursos en el segundo.

Etapa fálica

 Etapa fálica

Esta fase pulsional duraría entre los 3 y los 6 años, y su zona erógena asociada es la de los genitales. De este modo, la principal sensación placentera sería la de orinar, pero también se originaría en esta fase el inicio de la curiosidad por las diferencias entre hombres y mujeres, niños y niñas, empezando por las evidentes disimilitudes en la forma de los genitales y terminando en intereses, modos de ser y de vestir, etc.
Además, Freud relacionó esta fase con la aparición del "complejo de Edipo", en el que los niños varones sienten atracción hacia la persona que ejerce el rol de madre y sienten celos y miedo hacia la persona que ejerce el rol de padre. En cuanto a las niñas que pasan por esta etapa del desarrollo psicosexual Freud "adaptó ligeramente la idea con Complejo de Edipo para que englobas a estas, a pesar de que el concepto había sido desarrollado para que cobrase sentido principalmente en los varones. Fue más tarde cuando Carl Jung propuso el complejo de Electra como contra parte femenina al Edipo.


Etapa de Latencia

Etapa de latencia

Esta fase empieza hacia los 7 años y se extiende hasta el inicio de la pubertad. La etapa de latencia se caracteriza por no tener una zona erógena concreta asociada y, en general, por representar una congelación de las experimentaciones en materia de sexualidad por parte de los niños, en parte a causa de todos los castigos y amonestaciones recibidas. Es por eso que Freud describía esta fase como una en la que la sexualidad queda más camuflada que en las anteriores.
La etapa de latencia ha estado asociada a la aparición del pudor y la vergüenza relacionada con la sexualidad.

Etapa Genital



Etapa genital
La etapa genital aparece con la pubertad y se prolonga en adelante. Está relacionada con los cambios físicos que acompañan a la adolescencia. Además, en esta fase del desarrollo psicosexual el deseo relacionado con lo sexual se vuelve tan intenso que no se puede reprimir con la misma eficacia que en etapas anteriores.
La zona erógena relacionada con este momento vital vuelve a ser la de los genitales, pero a diferencia de lo que ocurre en la fase fálica, aquí ya se han desarrollado las competencias necesarias para expresar la sexualidad a través de vínculos de unión de carácter más abstracto y simbólico que tienen que ver con el consenso y el apego con otras personas. Es el nacimiento de la sexualidad adulta, en contraposición a otra ligada solo a las simples gratificaciones instantáneas y obtenidas mediante actividades estereotípicas.